lunes, 7 de julio de 2008

Camino - Pensando

El hombre toca el violín a la salida del metro,
una vieja vagabunda arruina los acordes con sus dedos sucios,
saliendo por la escalera, el cielo tiene una obscuridad única de nubes,
las luces de las oficinas en los edificios más altos se apagan casi sincronicamnte;
algunos transeúntes caminan pensando en sus casas
otros en las culpas que cargaran toda su vida
más de alguno pensará en su próxima víctima,
la siguiente víctima pensara en sus hijos,
en el esposo que la dejo, en el sujeto que será el próximo victimario.
Alguien camina pensando en mañana, en el trabajo que no alcanzo a terminar
en la palabra que no alcanzo a decir, en su discurso, a quien no pudo convencer.
Alguien habita a tres pasos de aquella esquina y duerme a la intemperie,
hay perros vagabundos buscando restos de comida en los basureros
y alguien fue despedido por estar en contra de la autoridad.
Alguien olvido el pan y tiro un carajo, pero sonrió cuatro pasos devuelta cunado vio el culo perfecto de la universitaria recién egresada.
Alguien murió de hipertensión por que no tenía más vuelta,
otro murió de asfixia por que alguien no quiso dar la vuelta,
un amigo se ha infectado de poder y bebe del mejor wiskie,
otros ya no podemos beber por que podría ser un retroceso para el psicoanálisis.
Mientras camino pienso en la ciudad y en la gente,
en los hombres que se desplazan de vuelta a sus casas para acabar el día,
también pienso en aquellos que recién comienzan su jornada,
los que se adentran en los bares y en los clubes,
aquellos que simplemente han salido a caminar:
y han pensado el doble,
y se han preguntado el doble
y han amado el doble.
Pienso en el equilibrio, pero más fuertemente en el desequilibrio,
pienso en quienes han salido a refortalecer sus músculos en los mega gym de la ciudad
y en las mujeres que adoran a los mega ejecutivos.
Pienso en las palomas y en el vientre seco de la mujer que sueña con ser madre,
en el padre que sueña con ser padre y llevar a su hijo al estadio.
Pienso en aquellos que sueñan con la mejor casa, con el mejor auto, con el mejor perro
y una vez conseguido el "sueño": la sobre deuda - la cuota los inhabilita de por vida.
Pienso en aquellos que no se han querido levantar por que no han tenido la fuerza,
en quienes han disparado su revolver sin tener una razón clara o una razón previa,
pienso en los que caminan de madrugada sin rumbo fijo,
a los que le han borrado el cerbero,
a los que se han cogido cuanta mujer han podido y a los que gimen por deporte.
Pienso en la pena y en la angustia,
en la lluvia que sabia inevitablemente comenzaría a caer a esta hora.
Pienso ahora mismo en el hombre del violín y en la vieja desequilibrada,
pienso en sus vidas, en sus recuerdos de niños, en los porqués de sus porqués,
en el recuadro que de casualidad recupere en este momento.
Pienso en el niño y en la niña que han sido violados por su padrastro,
a quienes le pasaron gato por liebre y cumplieron sus deseos de ser padres
pero nadie quiso decir la verdad.
Pienso en mi mujer y cuanta dependencia me provoca,
pienso en las callejuelas y en los pasadizos,
en los lugares tenebrosos donde el dealer me ofrecerá algo de merca,
en el proxeneta que me alimentara con carne blanda cruda y repasada.
Pienso en la discriminación: en el hombre que se enamoro de otro hombre,
en la mujer que se enamoro de otra mujer.
Pienso y creo en el amor como uno solo,
expresado en distintas maneras y practicado en distintas formas.
Pienso ahora mismo en la guerra; en la guerra oculta que se de da en las empresas,
en las traiciones a destajo, en los abusos a destajo, en las desilusiones a destajo,
pienso en los jodidos que tienen el poder y no han querido ceder un centímetro
en favor de los trabajadores,
pienso aún más en los jodidos que nunca tuvieron poder y una vez alcanzado
se volvieron ciegos y jodidos de por vida, olvidando para siempre lo que fueron.
Pienso en cuanto hay de predicar y en lo poco que hay de practicar.
Pienso en la contaminación y en el caos de autos que circulan,
en los chóferes estresados que arremeten contra los estudiantes y las mujeres embarazadas,
pienso en mi hija en veinte años mas,
que le ofrecerá la vida, este país, el mundo entero,
ahora pienso... habrá mundo para entonces?
habrán halcones, huemules o elefantes?
habrá agua dulce, existirán los cinco continentes, importaran realmente las ganancias de las compañías?,
importara haber ahorrado?
no haber probado?
o no haber bailado por un segundo?.
Me ha tocado la micro de vuelta a casa
y mientras limpio el vidrio empañado pienso en quienes se quedarán abajo acumulando otro segundo de frió.
Pienso en la alegría de sentirme vivo, pero aún más en la angustia de estarlo
pienso cuanto de mi pensará como otros,
cuantos de otros se pueden sumar a mi.
pienso en que aun hay un largo camino antes de llegar al verdadero calor del hogar,
a la verdadera tranquilidad.

Pedro Césped.

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