Grafiti

La rosa cromática
la estética
la brocha
el sprite
la diapositiva
el diaporama sacado de los reflectantes posteriores del cerebro
salpicados por los cueros cabelludos y las manos púrpuras.
El antebrazo
el apoyo
la visión panorámica
la gota en el piso
la mancha
el recuadro
las dimensiones
la cultura
la sub-cultura
la tribu
las ideas
el bosquejo
el conjuro
la grabilla
la piedra caliza unido al gas y al óleo.
La efervescencia
el muro
la calle
la cerveza
la música
la incomprensión de los que todo lo ven con geometría,
rechazando el color y el propio sonido de los murales grafiteros:
Verdadera poesía emergida de las poblaciones en formato de rabia
esperanza
sueño gigante
reclamo
reacción
pálpito
visión.
Sueño que no cae en la coyunturas del mercadeo,
de la oferta y de la demanda,
Sueño que solo viene a socorrer una ciudad decaída flácida y plastificada,
sin ganas de forma e identidad propia,
siempre con el miedo perpetuo a rescatar el arte callejero, el arte popular
el arte de a pies,
Arte que solo ha llegado a intervenir e invertir en los espacios públicos
para darle palpitación y vida propia a las calles y sus paredes.
Es hora de las reivindicaciones y de un nuevo dialecto.
Es hora de frenar la construcción en serie de monumentos grises creados por artistas con apellido heredado
Es hora de escuchar la respiración de colores y formas, que comienza a sudar la ciudad.

Pedro Césped.