miércoles, 2 de julio de 2008

Espirales

Todo se desata en espiral,
del continuo ir y venir,
cerca de ser, cerca de no estar,
al filo de la rama
debajo del aire
sin voz de caramelo
estirando la tráquea
soltando pedazos de arena
volviéndose a mi,
sin vela y sin aguja
como queriéndome mas que nunca
de varias formas
acelerada
siempre llegando.

Ahora recuerdo la voz que tenias,
y todo lo anterior parece sacado de otra parte
pero en si, viene de mucho antes (de donde mismo),
del papel hacia la roca,
adhiriéndose, arremolinándose,
dejándose caer despacio
insistiendo en que todo esto tiene sentido,
mas que tus teorías,
mas que tus palabras sacadas de diccionario.

Ahora se me hace fácil explicarte la muerte,
y claramente tiene que ver con los caramelos,
con ese tipo de formas propias de los ojos,
Encontradas en cualquier parte y en cualquier momento,
siempre que no sean líneas,
Siempre que no sean palabras sin retorno.

Que tonto fui,
Que obvias tus ideas:
Como no advertí la soga de tus zapatos,
Ni las cintas de colores en tu cuello
Avisándome,
Gritándome que pondrías tu saliva,
Tu aliento rojo dentro de mi cama,
Con dedo incluido,
Con veneno incluido.
Que tonto fui,
Jurando que jamás volverían los espirales,
Y tu?
Soltando sales rosadas para atraparme de vuelta.

Pedro Césped.

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