miércoles, 13 de agosto de 2008

No me llames poeta

No me llames hombre,
que aún no he alcanzado tal grado,
Mis manos están intactas
Y no he levantado mi brazo para hacer una pregunta.
No me llames hombre
que aún no merezco tal elogio,
mi cuerpo no se ha descascarado
y mis actos no han tocado a los que mas lo necesitan.
No me llames hombre,
Solo nómbrame habitante de la tierra,
pendejo luchador de la nada
anestesista de extrañas ideas.

No me llames poeta,
Que descompones a otros que si califican para ese puesto,
A mi solo nómbrame liviano,
Hijo del conformismo y del siempre "tengo miedo",
No me llames poeta
Que aún no he salvado a nadie de nada,
Ni de la sobre dosis,
ni del abuso,
ni de las jeringas,
Por lo mismo no me llames poeta,
Solo nómbrame amortiguador de situaciones.

No me llames soñador activo,
Que otros si han ido tras un sueño,
Yo solo soy un sobreviviente,
Una sucursal más del capitalismo,
Un chico asustado cagandose en sus propios pantalones,
Una marioneta incapaz de saltar en reversa,
antes del numero tres.
Por lo mismo;
No me llames soñador,
Solo Nómbrame cabrón de la puta madre,
Emperador de las corbatas,
Aniquilador de toda fe.
No me llames soñador,
Que otros si han sabido cargar con algo más que su propio culo.

Pedro Césped.

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